
Te declaro dueño y creador de mis sueños, mientras tu voz va devorando mi mente y tu boca mi piel. Tus manos crean el fuego que arde en mi espalda. Tu lengua dibuja un corazón en mi cintura. Y te miro perdiendo todo sentido, palpando en mis labios el calor de tu aliento. Tu cuerpo rodeado por mis piernas. Las yemas de tus dedos bordeando mis caderas. La marca de tu beso en mi cuello. Logras que no tenga control sobre mí y cerrando mis ojos sigo sintiendo como quema tu mirada. Trato de nombrarte y se silencia mi grito como si fuese un sueño. Sumerjo mi corazón en el sudor de tu pecho y ya mi sexo se vuelve tu criterio personal. Hasta donde fue mi alma que la puedo ver desde lejos. Donde esta mi razón que no puedo pensar en otra cosa que no sea en tu boca. Sacudes mis entrañas, emocionas mi interior, aceleras mi sangre. Los días no tienen nombre y las horas se vuelven cometas en el cielo de nuestra cama. Te reclamo mi lógica perdida en tu locura. Pero que importa ya mi cordura, si hasta te guardaste mi piel debajo de la tuya. Es que cuando me amas me olvido del mundo… No se que mas quería decir… Solo recuerdo el motivo por el cual empecé a escribir.

No hay comentarios:
Publicar un comentario